Casa de té Arrayán: un lugar único ahora también para reuniones de trabajo y eventos privados

Casa de té Arrayán: un lugar único ahora también para reuniones de trabajo y eventos privados

Arrayán se ha convertido en uno de los puntos turísticos más importantes de la Patagonia, y todos los días nos deleita con la mejor vista en los atardeceres, convirtiéndose en la icónica postal de San Martín de los Andes.

También podés disfrutar de sus exquisiteces al aire libre, con un Arrayán Picnic, o una picada frente al fuego. Ademas de delicias artesanales que componen el Afternoon Tea, que hace honor a las tradicionales y copiosas meriendas inglesas a la hora del té.

Casa de té Arrayán está abierto todos los días del año de 14 a 21hs, y es solo con reserva a través de: Link reservas Arrayán. Es importante llegar 10 minutos antes de tu reserva ya que la puntualidad es lo mas importante dada la alta demanda.

La Montaña en Arrayán

Esta semana parte del equipo de La Montaña realizó una reunión de trabajo en la histórica casa de té y fue recibido por Ornella Aristizabal , su dueña, y todo el equipo de trabajo.

Si vos también querés realizar una reunión de trabajo, un evento privado, cumpleaños, casamientos, o retiros podés consultar por mail a [email protected] ó al whatsapp 2972 53-0455

Gloria Figueroa, las pastelera hace 30 años

Historia de Casa de té Arrayán

La Casa fue proyectada en 1936 por Renée Dickinson , una joven inglesa de 26 años aspirante a actriz y modelo, que viajó a San Martín de los Andes para visitar a su hermano Barney, quien trabajaba como mayordomo en una estancia de la zona. Durante su estadía decide explorar la zona partiendo desde la ladera boscosa arribando a una planicie desde donde pudo observar el Lago Lácar en toda su extensión. Se sentó a contemplar esa hermosa vista e imaginó que alguien tendría que vivir en ese maravilloso lugar.

Luego de varios intentos consiguió el derecho a adquirir la propiedad de ese terreno, un año antes de la llegada del "Parque Nacional Lanín". Este derecho le fue concedido con el compromiso de que su actividad fomentara el turismo en la zona. Su sueño fue tomando forma junto a la colaboración del arquitecto Cullen (discípulo del famoso arquitecto Alejandro Bustillo), iniciando la construcción de la Casa en 1936 y finalizando la obra 3 años más tarde. Durante ese tiempo, Renée se instaló en una pequeña vivienda detrás de Arrayán viviendo en condiciones adversas (reconstruida en 2017 para que la puedas visitar).

Al momento de su inaugurar la Casa sus amigos le propusieron que se llamara "Arrayán" como su apodo por su similitud con el árbol: era alta, delgada, muy blanca y el color de su pelo tenía la misma tonalidad de la corteza. En lengua mapuche "Arrayán" significa "lugar donde caen los últimos rayos del sol" que remite a los irrepetibles y únicos atardeceres que se pueden disfrutar cuando llega el ocaso.

Renée se casó en Uruguay con un periodista inglés (Alan), su primer amor. Un día ella se quejó de un dolor y preocupado Alan la llevó al hospital. Los resultados médicos los motivaron a mudarse a Buenos Aires para tratar su malestar. Durante ese tiempo Renée le imploró a Alan que si algo le sucedía, sus restos fueran llevados a Arrayán para poder descansar en su tierra amada. El 24 de Enero de 1943 Renée fallece y Alan cumplió con lo prometido.

El establecimiento volvió por herencia al padre de Renée, quien por su avanzada edad decidió entregar el cuidado del mismo a un matrimonio escocés. Con el tiempo Arrayán fue perdiendo su esencia original alejándose del sueño de su fundadora.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Barney (su hermano) vuelve de Europa junto con su esposa Fránces y deciden visitar la Patagonia. Ellos se convirtieron en los nuevos propietarios de la casa. De esta forma comenzaría una nueva etapa de recuperación de Arrayán recobrando sus valores originales. Producto de esta unión nació su única hija Janet Dickinson, quien gestionó y cuidó de la Casa luego que sus padres fallecieran.

Resumen basado en el libro "Historia del Arrayán" escrito por Janet Dickinson

Casa de té Arrayán en la actualidad

Años más tarde, Janet decide vender Arrayán y dedicarse a la escritura y la literatura, dos de sus más grandes pasiones.
En 1995 Arrayán es declarado patrimonio histórico, arquitectónico y cultural ya que al día de hoy conserva una de las fachadas más antiguas del pueblo.

Pasaron los años y la Casa de Té fue comprada por sus actuales dueños, que con el mismo espíritu sueñan y trabajan para seguir potenciando el valor histórico de Arrayán, fomentando la historia de sus pioneros y protegiendo el mismo espíritu emprendedor con el que se concibió.

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